Mi primer clase de yoga, en 2010

Gaby Lozoya
3 min readJun 21, 2019

Médico en 2010: “Ya puedes comenzar a hacer ejercicio Gaby, intenta hacer alguna actividad física que te guste”. Después de mi primer cirugía de un quiste en mi ovario derecho hace 9 o 10 años.

En ese momento pensé: “Todo me da miedo, pero voy a intentar con yoga, porque eso es algo ligero y no es tan pesado” (ternurita)

Mi primer clase de yoga fue en el gimnasio de la laguna del Náinari, un precioso lugar de mi Ciudad Obregón, Sonora, México.

Entrando a la clase, Cristina la maestra : “¡hola bienvenida, pásale!”

Entré con miedo y todavía preguntándome si estaba haciendo lo correcto. Pensé: voy a probarlo y si no me gusta, me voy.

Comenzó la clase y después del calentamiento Cristina dijo: “hoy haremos una secuencia para nuestros ovarios”.

Lo recuerdo perfecto, estábamos acostados cada uno en su mat (tapete de yoga). Y recuerdo que veía el techo y solas comenzaron a salirme las lágrimas. No podía creer que mi primer clase sería exactamente una secuencia que me ayudaría a mi situación, el tema por el que iba a recuperarme. Fue un momento muy especial, como todo lo que sucede en mi vida.

Era un sentimiento de sorpresa, agradecimiento, tristeza o melancolía, miedo.

Intenté seguir las instrucciones y todas las posturas, por su puesto a mi ritmo y mi capacidad en aquel momento. Eso es lo primero que me gustó, sólo estaba conmigo y mi cuerpo. Cada persona está sola con su cuerpo. Y cada avance es muy personal. No tenía interés en ver lo que hacían los demás, solo estaba conmigo y con las instrucciones de la maestra.

La segunda cosa que me gustó es terminar con una relajación y música. Un ratito para cerrar los ojos y poder interiorizar, fue desconectarse de todo pendiente externo y estar en el presente.

Mi primer clase fue muy sanadora y especial para mi. Por supuesto volví y de ahí se desprendió un interés muy genuino por continuar estudiando y conociendo esta práctica. Al grado de certificarme. Dejarlo fue un gran error, nunca debí permitir que las circunstancias me alejaran del yoga.

Hoy quiero recordar ese momento, celebro el día internacional del yoga, con unas ganas muy grandes porque mis médicos me digan que ya puedo comenzar a hacer alguna actividad, para volver a yoga.

A 1 mes y medio de haber tenido mi segunda cirugía, en el que este tema sigue estando presente mostrándome la atención que debo tener para mi salud.

La hemoglobina ya está cerquita de lo normal. Camino con inseguridad y lentitud pero mucho mejor. Mi evolución sigue yendo muy bien, mi cuerpo está respondiéndome bien, serán 3 meses aproximadamente para que las suturas internas cicatricen, pero externamente cada vez me estoy sintiendo mejor.

Sé que esta situación ha venido a hacerme tocar mi escencia y retomar cosas que en mi vida han venido a nutrirme y a hacerme mejor.

Una práctica que sin duda me ha encantado y estaré compartiéndoles cómo de manera particular mi recuperación se beneficiará con yoga.

La Asamblea General de las Naciones Unidas decide proclamar el 21 de junio, día Internacional del Yoga, feliz día!

Yoga para embarazadas
Yoga para niños
Yoga de las emociones
Yoga para adultos mayores
Yoga restaurativo
Yoga energético
Yoga de la columna vertebral
Yoga relajante
Yoga terapia
Meditación

Hay muchas formas y prácticas en yoga, algunas muy intensas y otras más ligeras. Lo que si, ¡es que abre los brazos para todos!

Cerro Tetacawi, San Carlos, Nuevo Guaymas, Sonora, México.

A todos mis maestros, amigos, hasta estudiantes
Namaste
Gaby

Valle del Yaqui, Ciudad Obregón, Sonora, México

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Gaby Lozoya

Coordino el área de Innovación Tecnológica en gobierno. Me gusta crear comunidades y construyo el ecosistema de innovación del sur de Sonora, México