Gaby Lozoya
5 min readApr 7, 2022

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Hay un libro que voy a recomendarles llamado Emprende mejor, de Rodrigo Weiberlen. Hay ideas muy valiosas de cómo el mundo del emprendimiento se mueve y desde un entorno cada vez más complejo, aborda temas de mucho interés.

LIbro Emprende Mejor — Rodrigo Weiberlen

En esta ocasión voy a mencionar algunas frases que él aborda como ideas principales para terminar dándote mi conclusión sobre el tema.

Así que súbete a este viaje junto conmigo al capítulo titulado El poder del emprendimiento — Emprendimiento consciente.

“La humanidad está viviendo un momento vibrante. Esta vibración que muchas veces puede generar crisis e incertidumbre, nos está pidiendo algo: un emprendimiento diferente.

Para hacerlo, debemos entender dónde estamos parados y de dónde venimos. Reconocer el camino recorrido nos permitirá dar un salto hacia un transitar más sano.

De eso se trata evolucionar: de crecer. Y uno crece sobre uno mismo, no sobre lo que uno pretende, sino sobre lo que uno puede y desde el lugar que ocupa.

Esto no es una crítica al emprendimiento tradicional, sino que es la consecuencia de hacer durante muchísimos años las mismas cosas en un contexto distinto. Con estas reglas jugamos hasta hoy. Y son las que tenemos que cuestionarnos si queremos un futuro distinto.

Hoy observamos la alacena y está vacía. El futuro parece limitado y los recursos son cada vez más escasos. Sin embargo, existe un modelo diferente para emprender. Uno que observa la abundancia de nuevos recursos, basados en el conocimiento, el abaratamiento de la tecnología y la disponibilidad de mercados globales, para ponerlos al servicio del emprendimiento consciente.

Ya no es cuestión de elegir o de ser altruistas, sino de diseñar una nueva normalidad.

Tenemos que cambiar el chip de cómo emprendemos y cómo consumimos.

Una responsabilidad de estas dimensiones no recae en un estado, un político, en las empresas o en las organizaciones. Es responsabilidad de cada uno de los seres humanos que habitamos esta nave. Un cambio radical y global de mentalidad, en el más amplio de los sentidos, que comienza desde miles de transformaciones individuales. Es un cambio sin retorno, los consumidores son cada vez más conscientes al tomar decisiones.

En este escenario complejo, serán las empresas preparadas para el futuro las que subsistan y tengan éxito. Una de las características de este tipo de compañías es que están alineadas con el emprendimiento consciente. ¿Y qué significa esto? Significa que al mismo tiempo que persiguen el lucro, fundamental para la subsistencia del negocio, aportan a construir un mundo mejor, desde alguna arista ambiental, social o económica relacionada con el entorno.

Se trata de un emprendimiento empático con el contexto actual, con las necesidades de este momento de la humanidad. Consecuente con esa empatía, su producto está diseñado como parte de la solución de algún problema o como respuesta a alguna necesidad.

Otra cuestión que debemos recordar es que el egoísmo, la falta de ética y el juego al filo del reglamento siempre van a estar presentes en el campo del juego. Hay que reconocer ese costado de la humanidad, así como el ser humano quiere progresar, también está presente esa mirada capitalista, economicista y en la que prima, por encima de todo, la obtención de resultados.

En las empresas del futuro, la ética y la moral tendrán un peso muy importante. En un nuevo modelo de transparencia estos aspectos guiarán muchas de las acciones de la empresa, para evitar que se reduzcan a meras consumidoras de recursos y generadoras de abundancia para la riqueza personal, pero no para el bienestar colectivo.

El desarrollo sustentable plantea buscar el bienestar económico, pero a través de un equilibrio entre la naturaleza, la sociedad y un uso eficiente de sus recursos. El desarrollo ya no consiste en consumir todo lo que esté a nuestro alcance sin considerar el impacto que generamos.

La responsabilidad social empresarial fue una corriente con mucha influencia y se convirtió en una capa evolutiva importante del mundo de los negocios.

Ahora se plantea que las empresas, además del lucro, en algún momento tienen que ser socialmente responsables con sus colaboradores, los hijos de sus colaboradores, sus consumidores y la calidad de sus productos. Sin embargo, antes se podía elegir ser socialmente responsable, no era una imposición. Esto se refuerza con el concepto de valor compartido de Michael Porter, que puede definirse como aquellas políticas y prácticas de operación que mejoran la competitividad de una empresa, al mismo tiempo se considera el avance de las condiciones económicas sociales en las comunidades en las que opera.

La creación de valor compartido parte de tres niveles: re-concebir productos y servicios, redefinir la cadena de valor y mejorar el ambiente de negocios a través del desarrollo de clústeres.

En la actualidad solemos darles poco espacio a los procesos de conversación de valor, los vemos como una pérdida de tiempo. No obstante, este diálogo es parte del trabajo y un aspecto fundamental del momento de creación.

Se prioriza la acción y se deja de lado que todo en la vida está determinado por conversaciones, el lugar donde le damos lugar a la idea, al pensamiento, y desde ahí comenzamos el proceso de moldear algo. La conversación es parte de la acción, parte del hacer.

Tampoco se puede estar ideando para siempre. No pasar a la acción es caer en otra trampa. Es cuestión de encontrar el equilibrio.

Además, para tener grandes resultados es importante tener una mirada global, entender el contexto actual, dotarnos de una mirada sistémica sobre lo que significa emprender en esta época.

La modernidad implica abrir horizontes, mirar más herramientas y más variables, aunque no podamos controlarlo todo”.

Weiberlen Rodrigo,

Bastante interesante ¿verdad?, bueno yo si lo considero.

En mi anterior artículo, dije que si las empresas no se transforman morirán. Nuevamente lo confirmo.

Hoy mi objetivo es hablar de esta frase que me resonó tanto: Emprendimiento consciente.

Quiero que a todos nos vaya bien, pero está hablando mi parte idealista.

Quizás es necesario plantearnos primero la pregunta: ¿Si pudieras emprender haciendo lo que te gusta, ¿qué harías?. Cada respuesta es muy personal y válida.

Pero la siguiente vez que te preguntes, ¿qué puedo emprender?, toma en cuenta que tu respuesta venga desde la consciencia, incluyendo todas las variables ya mencionadas, en un mundo global.

Gracias por llegar hasta aquí.

Gaby Lozoya

Impulsora de ecosistema de innovación tecnológica en Cajeme.

@dglozoya

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Gaby Lozoya

Coordino el área de Innovación Tecnológica en gobierno. Me gusta crear comunidades y construyo el ecosistema de innovación del sur de Sonora, México